NUEVA YORK,
El reconocimiento del rol especial e integral de la mujer en el progreso de la humanidad no puede pasar por alto la dignidad de las mujeres como esposas, madres y como una voz de los vulnerables, dijo recientemente una autoridad del Vaticano ante las Naciones Unidas.
El Observador Permanente de la Santa Sede ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Mons. Bernardito Auza, lamentó que la "contribución esencial de las mujeres al desarrollo de la sociedad, a través de su dedicación a su familia y a crianza de la próxima generación no es reconocida adecuadamente".
"A veces su servicio invisible y frecuentemente heroico es incluso es incluso menospreciado como un modelo anticuado y malsano de la vida femenina", criticó.
En dos conferencias a la comunidad internacional sobre la dignidad de la mujer, realizadas el 13 y el 18 de marzo, Mons. Auza señaló que "tales críticas no vienen de una apreciación genuina de la mujer en su totalidad y su verdadera igualdad, en complementariedad y reciprocidad, con el hombre".
El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU también rechazó la idea de que la igualdad de las mujeres requiere que las mujeres realicen todos los mismos roles que los hombres.
"El verdadero respeto por la mujer comienza con aceptarla con todos los aspectos de su humanidad. Eso involucra crear las condiciones para que ella viva libre y plenamente".