Nápoles,
Hace unos días el Papa Francisco reveló en una entrevista que le gustaría poder salir un día, sin ser reconocido "e irme a una pizzería a comer una pizza". Como es casi imposible que pueda gozar del anonimato, los trabajadores de una pizzería de Nápoles decidieron cumplir parcialmente este deseo.
El dueño y los empleados de la Pizzeria Don Ernesto decidieron hacer una entrega personal al Papa Francisco durante su viaje a Nápoles del sábado 21 de marzo. Prepararon una pizza especial con los colores del Vaticano, tomates amarillos, queso ricota y mozzarella di bufala, decorada con la frase "Il Papa".
Enzo Cacialli, dueño del restaurante, esperó junto con varios empleados el paso del papamóvil en una de las calles de Nápoles, sabía que tenía pocos segundos para lograr su objetivo y protagonizó la veloz entrega ante la algarabía de todos los que aguardaban ver al Pontífice.
Al grito de "¡Papa! ¡Papa!", Cacialli corrió hacia el vehículo con el regalo. El Papa sorprendido aceptó el presente con una sonrisa.