ROMA,
Se cumplen dos años del primer encuentro en Castel Gandolfo del Papa Francisco y Benedicto XVI. Dos obispos vestidos de blanco que se abrazaron como hermanos el 23 de marzo de 2013 en un momento histórico sin precedentes.
Muchos recuerdan el momento con especial cariño.
Ese día Francisco descendió del helicóptero y caminó con los brazos abiertos hacia su predecesor, el ahora Papa Benedicto XVI. Fue la primera vez que se encontraban. La emoción era palpable y el sentimiento de hermandad intenso.
"Gracias por su visita", dijo Benedicto XVI al Papa Francisco. "¡Gracias a usted, Santidad!", replicó el Papa. La escena tuvo lugar en la capilla del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo.
El Papa Francisco rechazó el reclinatorio reservado al Pontífice e invitó a Benedicto a arrodillarse junto a él exclamando "¡Somos hermanos!". Una vez concluida la oración, el Papa Francisco ofreció al Papa Emérito un regalo: el icono de la Virgen de la Humildad. "No conocía este apelativo de la Virgen", admitió el Santo Padre Francisco añadiendo: "Permítame decirle algo. Desde el momento en que la vi, pensé enseguida en usted, así de humilde en su pontificado. ¡De verdad que nos dio mucha sencillez y ternura!".
"Gracias, qué regalo. No nos olvidemos de la humildad", fue la respuesta de un conmovido Benedicto XVI. Siguiendo este momento, de nuevo, un fuerte abrazo.