Nápoles,
Contundente mensaje del Papa Francisco a los criminales y sus cómplices de la ciudad de Nápoles: "¡Conviértanse al amor y a la justicia"! La Plaza del Plebiscito acogió a miles de personas entusiastas por la visita del Papa Francisco. Fue el lugar elegido para que el Pontífice celebrase la Eucaristía antes de trasladarse a la cárcel de Poggioreale, donde almorzó con un grupo de presos.
Comentando el Evangelio en su homilía, el Santo Padre aseguró que "la palabra del Señor, ayer como hoy, provoca siempre una división entre quien la acoge y quien la rechaza".
"A veces un contraste interior se enciende también en nuestro corazón; esto sucede cuando advertimos la fascinación, la belleza y la verdad de las palabras de Jesús, pero al mismo tiempo la rechazamos porque nos pone en discusión y nos cuesta demasiado observarlo".
"Hoy he venido a Nápoles para proclamar junto a vosotros: ¡Jesús es el Señor!". En este momento dijo querer escuchar estas palabras a todos los fieles y les pidió que lo repitieran.
"Él tiene solo palabras de misericordia que puedan curar las heridas de nuestro corazón. Él sólo tiene palabras de vida eterna".
Francisco añadió que "la palabra de Cristo es potente: no tiene la potencia del mundo, sino que es la de Dios, que es fuerte en la humildad, también en la debilidad".