ROMA,
Era una chica dinámica, emprendedora, activa, segura de sí, y con una gran fuerza de voluntad. Le gustaba nadar, montar bicicleta, cantar y tocar la guitarra. Se desvivía por llevar a Dios hacia los demás con sus palabras y con algunas cartas que escribía.
Buscaba transmitir su alegría de llevar Cristo en el corazón a través de las diversas actividades de su parroquia como la Misa, los encuentros de jóvenes, las reuniones de oración y durante las presentaciones que hacía con su banda de música.
María Orsola Bussone nació en Vallo Torinese, Piamonte (Italia) el 2 de octubre de 1954. Tuvo un hermano, Giorgio Bussone, con quien compartió una profunda amistad espiritual.
Creció en un ambiente familiar determinado por una intensa vida cristiana. Sus padres le inculcaron el amor, la sinceridad, las prácticas religiosas y el gusto por las labores domésticas. En 1961 recibió la primera comunión y en 1965 se confirmó. Sus padres la inscribieron al grupo parroquial de Acción Católica y en la Asociación Juvenil "Santa María Goretti", en la parroquia San Secondo en Vallo.
María Orsola comenzó a frecuentar voluntariamente los grupos de oración. Se destacaba por su carácter alegre y vivaz. Llenaba a todos con su entusiasmo. En las actividades escolares, como las obras de teatro y los campamentos, motivaba a todos los participantes. Era generosa y ganaba la confianza de todos con su apertura al prójimo.
Asistió a su primer retiro en 1966, cuyo tema fue "La Gloria de Dios". El retiro revolucionó el pensamiento de la jovencita. Quedó fascinada y estableció este mensaje como el centro de su vida. "Todo sea para dar gloria a Dios", decía.