BUENOS AIRES,
El pasado miércoles, al término de la Audiencia General, fue presentado al Papa Francisco un cuadro que "le encantó", pues recoge "el lado invisible" del emotivo encuentro del 26 de mayo de 2014 en el Muro de las Lamentaciones, cuando el Pontífice se abrazó con el rabino Abraham Skorka y el musulmán Omar Abboud por la paz en Tierra Santa y el mundo.
Así lo afirmó al diario argentino La Nación el artista plástico Gustavo Masó, autor de la pintura de un metro de diámetro y en cuya base se han colocado una Biblia, una Torah y un Corán, y en cuyas tapas cada líder escribió la palabra "paz" en español, hebreo y árabe.
"Al Papa le encantó la obra, se detuvo un buen rato a mirarla y lo retrotrajo a ese abrazo tan significativo ante el Muro de los Lamentos. Le gustó mucho el mensaje y, estéticamente, la imagen y el simbolismo de hacer una especie de pacto de paz o armonía", explicó Masó.
El artista argentino recordó que en abril del año pasado, en vísperas de la canonización de San Juan Pablo II y San Juan XXIII, le presentó al Pontífice las pinturas que hizo de sus predecesores por encargo de la Santa Sede. Durante el diálogo, indicó, le expresó a Francisco su intención de realizar una obra de carácter interreligioso.
Al mes siguiente vio, junto a millones de personas alrededor del mundo, la imagen del Pontífice abrazándose con sus amigos, el rabino de Buenos Aires, Abraham Skorka; y el director del Instituto por el Diálogo Religioso en Buenos Aires, Omar Abboud.