ROMA,
El confesionario es uno de los lugares más privados y privilegiados del mundo. Así que cuando una periodista italiana violó el secreto de confesión tras acudir a varios sacerdotes, el Arzobispo de Bologna (Italia) denunció su "grave falta de respeto" a todos los católicos.
Laura Alari escribe para el periódico italiano Quotidiano Nazionale, que tiene su sede en Bolonia. Es autora de una serie de cuatro artículos en el periódico que revelan las respuestas de algunos sacerdotes cuando ella se acercó a ellos con el pretexto de buscar confesarse.
Alari acudió a la confesión varias veces, inventando situaciones complicadas por las que pasaba: fingió ser una madre lesbiana que pedía bautizar a su hija; en otra ocasión una mujer que convivía con su pareja del mismo sexo; y también una mujer divorciada vuelta a casar por lo civil que comulga todos los domingos.
El 11 de marzo, el Arzobispo de Bologna, Cardenal Carlo Caffarra, respondió en un comunicado que "con desconcierto por el incidente y con un alma herida por una tristeza profunda, quiero reiterar que estos artículos constituyen objetivamente una falta grave contra la verdad de la Confesión, un sacramento de la fe cristiana".
El Arzobispo señaló que los artículos de Alari "muestran una grave falta de respeto a los creyentes, quienes recurren a la confesión como uno de los bienes más preciados, ya que abre a ellos los dones de la misericordia de Dios; y (una falta de respeto) a los confesores, al exponerlos a la duda de un posible engaño, lo que puede alterar la libertad de juicio que se basa en una relación de confianza con el penitente, como la que existe entre un padre y un hijo".
El Cardenal subrayó que los artículos de Alari fueron escritos mediante "un deliberado engaño al confesor y violando con ello el carácter sagrado del sacramento, que como primera condición requiere la sinceridad de contrición de parte del penitente".