MADRID,
El Obispo de Mallorca, Mons. Javier Salinas ha enviado una carta a todos los sacerdotes de la diócesis para que sea leída en las misas del próximo domingo en la que habla del caso de presuntos abusos sexuales cometidos por sacerdotes. "Los cristianos sabemos que somos pecadores, pero no queremos ser corruptos", ha precisado el Prelado.
"Las informaciones que hemos conocido sobre varias denuncias que afectan a sacerdotes de la diócesis nos llenan de tristeza y preocupación. Son unos hechos muy graves que nos afectan a todos como comunidad eclesial y que el Tribunal Eclesiástico de nuestra diócesis está investigando", explica en la carta.
Y explica "algunos criterios útiles" para situar los hechos y para invitar a "una oración más intensa por todos los implicados y por toda la diócesis, porque todos somos seguidores y testigos de Cristo, a pesar de las sombras presentes entre nosotros".
Ante cualquier abuso a un menor el Obispo ha declarado que se debe estar "al lado del menor que ha sufrido el abuso, y mantener una tolerancia cero con quien ha abusado" porque "todo abuso destruye la dignidad de los menores, y deja en ellos una herida que es fuente de sufrimiento".
"En la medida en que los hechos que hemos conocido durante esta semana pasada pudieran ser probados, no hay duda de que estaríamos ante unos comportamientos que se alejan radicalmente de la misión propia de quien ha sido puesto como pastor que debe cuidar a aquellos que se le han confiado. Hay que buscar la verdad, porque solo la verdad salva", expresa en su carta Mons. Salinas.
Además el Prelado asegura que "todos experimentamos una gran preocupación y rechazo ante comportamientos que destruyen la confianza sobre la que se edifica nuestra vida como miembros de la Iglesia, y la relación educativa, especialmente con aquellos que están en proceso de crecimiento, los menores, los más sensibles y vulnerables".