BARCELONA,
Montserrat Balcells es una técnico de rayos X que fue supuestamente despedida del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona por su defensa de la vida.
Desde 2009 hasta junio de 2013 Montserrat trabajó en este centro médico, cuyo consejo de Dirección lo conforman el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Cataluña y el Arzobispado de Barcelona. La relación entre la joven y el hospital se deterioraron cuando descubrió que el niño fallecido al que tenía que hacerle unas radiografías había sido abortado en este hospital de inspiración católica.
"Las auxiliares que trajeron la bandeja con el niño no me dijeron que había sido un aborto provocado. Así que como profesional hice las radiografías a un niño muerto. Cuando supe que era un niño abortado, sentí rabia e impotencia y un cúmulo de sensaciones enfrentadas. La rabia me la llevé a casa, pensé y decidí hacer lo que hice: ponerlo en conocimiento del Arzobispado", relató Montserrat a ACI Prensa.
Y es que según Balcells tanto al Ayuntamiento como a la Generalitat "poco les importa que se realicen abortos allí, aunque el Arzobispo no quiere que se realicen". Además en 2010 el Vaticano envió una carta que "pasaron por alto".
El sacerdote José Ramón Pérez, miembro del patronato del Hospital Sant Pau, declaró a ACI Prensa que "tanto el señor Cardenal-Arzobispo como el Capítulo de Canónigos de la Catedral de Barcelona, que son los que actúan de Patronos de la Fundación del Hospital, estamos totalmente en contra del aborto, y nos declaramos abiertamente defensores de la vida".
"Por tanto no podemos aceptar de manera tajante ninguna práctica abortiva en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Se está valorando la posibilidad de abandonar el Patronato del Hospital si, a pesar de las acciones y presiones hechas, se continúan realizando abortos", precisó.