SANTIAGO,
Se ha cumplido un año del inicio del mandato de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, el pasado 11 de marzo de 2014. En este período su gobierno ha impulsado reformas relacionadas con la llamada "agenda valórica". Estas incluyen la regulación civil de la convivencia de parejas homosexuales, la despenalización del aborto y el matrimonio igualitario.
Un agenda que generó una profunda preocupación en la Conferencia Episcopal que en julio del año pasado afirmó: "confesamos abiertamente que tenemos un temor: que la discusión sobre estas realidades se haga desde la ideología o desde un cierto populismo, sin contactarnos con las realidades existenciales que están en juego".
En los últimos días, los senadores Guido Girardi (del Partido Por la Democracia) y Fulvio Rossi (del Partido Socialista), han causado especial tensión en la Comisión de Salud del Senado de Chile, primero con el anuncio de la reactivación del proyecto de legalización de la eutanasia y también con la propuesta de eliminar el plazo máximo de aborto en caso de violación. Este fue fijado en 18 semanas de gestación en menores de 14 años y 12 en mayores de esa edad.
El proyecto de aborto en causales de violación, inviabilidad fetal y riesgo de vida de la madre, fue presentado por Bachelet el pasado 31 de enero e ingresó el 3 de marzo a la Cámara de Diputados de Chile, para luego comenzar su tramitación.
"Es un absurdo establecer un plazo máximo, más aún en casos de violación", sentenció Girardi ante la Comisión de Salud del Senado de Chile. El senador aludió a que en muchas ocasiones "una adolescente oculta su embarazo producto de una violación mucho más allá de las 12 semanas ya sea por estar amenazada o por miedo".
Por su parte, la Ministra Secretaria General de la Presidencia de Chile, Ximena Rincón, informó que el Gobierno desestimó la propuesta de Girardi y Rossi y que "(el plazo) está fijado en el proyecto de ley, que establece cuáles son las semanas en esta materia".