ROMA,
Con la consigna "Juguemos al ataque el partido del Evangelio", este sábado 7 de marzo comienza en el Vaticano la Clericus Cup, el torneo de fútbol que reúne 16 equipos conformados por sacerdotes y seminaristas de más de 60 países del mundo.
El partido inaugural del llamado Mundial del Vaticano, que se juega a la sombra de la cúpula de la basílica de San Pedro, será entre el Colegio Urbano de Roma, campeón en 2014, y los franceses del Pontificio Seminario Gallico.
Como en ediciones anteriores, los mexicanos son los más numerosos, con 37 futbolistas; incluso por encima de los italianos, que son 31, los estadounidenses 24, los brasileños 23, los españoles 21, los congoleses 16 y los colombianos 15.
Para esta oportunidad, todos los jugadores llevarán en sus camisetas el lema "El Papa Francisco es mi capitán".
El Pontífice envió un mensaje a los equipos participantes, en el que les agradece que lo hayan nombrado capitán y los exhorta a "no cerrarse en la defensa, sino en atacar y jugar en equipo nuestro partido, que es el del Evangelio".