ROMA,
La próxima visita del Papa Francisco a Nápoles (Italia) recuerda la historia de un beato que estuvo muy involucrado en el satanismo, llegando incluso a declararse "sacerdote" de esta práctica. Se convirtió gracias al rosario y fundó el Santuario de Nuestra Señora de Pompeya.
El Beato Bartolo Longo nació en una familia católica pero se alejó de la fe aproximadamente en la década de 1860: un tiempo en el que la Iglesia Católica era atacada en la esfera política y que afrontaba las amenazas de la creciente popularidad del ocultismo.
Longo se hizo satanista e incluso llegó a afirmar que era un sacerdote satánico.
Tras varios años de luchar contra la depresión e incluso con algunos intentos de suicidio encima, un profesor universitario lo alentó a abandonar el satanismo y le presentó a su confesor, el P. Alberto Radente quien lo animó a rezar el rosario. Esa oración lo devolvió a la fe católica.
Bartolo Longo se convirtió en un gran devoto de Nuestra Señora del Rosario, especialmente por una imagen que recibió de manos del P. Radente en 1875. Se hizo terciario dominico y se convirtió en un gran promotor del rosario.
La imagen que recibió Longo muestra a la Virgen sentada en un trono sosteniendo al niño Jesús y con un rosario en la mano, con Santo Domingo y Santa Catalina de Siena a sus pies.