VATICANO,
A mediodía de este jueves, el Papa Francisco recibió en audiencia a los participantes en la 20° Asamblea General de la Pontificia Academia por la Vida que se ha celebrado este año con el lema "La asistencia a los ancianos y los cuidados paliativos".
En su discurso, señaló que "el abandono es la 'enfermedad' más grave del anciano, y también la injusticia más grave que puede sufrir: aquellos que nos han ayudado a crecer no deben ser abandonados cuando tienen necesidad de nuestra ayuda".
A su vez, indicó que "un estado no puede pensar enriquecerse con la medicina. Al contrario, no hay deber más importante para una sociedad que el de proteger a la persona humana".
Un día después de hablar de los ancianos en la Audiencia General del miércoles en la Plaza de San Pedro, volvió a hablar del asunto en este encuentro, en el que también dedicó tiempo a los cuidados paliativos.
"Los cuidados paliativos son expresión de las actitudes propiamente humanas de hacerse cargo los unos de los otros, especialmente de quien sufre", destacó el Papa. Así, "ello testimonia que la persona humana permanece siempre preciosa, también si está marcada por la vejez o la enfermedad".
"La persona, de hecho, en cualquier circunstancia, es un bien para sí misma y para los otros es amada por Dios. Por eso, cuando su vida se vuelve muy frágil y se acerca el fin de la existencia terrena, sentimos la responsabilidad de asistirla y acompañarla de la mejor manera posible".