ROMA,
Luego de la quema de la foto de la Madre Teresa en India y de la hostilización a diversos misioneros, se ha registrado en el país asiático nuevos episodios de violencia contra comunidades y edificios cristianos. Según los cristianos locales "algunos elementos antisociales están tratando de crear el pánico y la inseguridad en la sociedad".
Un caso de vandalismo se produjo en Goa, en la India occidental, donde unos hombres profanaron una iglesia y dañaron una estatua de Nuestra Señora de Lourdes en una parroquia de un pueblo.
En otro estado indio, en Kerala, al sur del país, un cementerio cristiano en el distrito de Pathanamthitta fue objeto de vandalismo, con tumbas y lápidas destruidas durante dos días consecutivos. Incluso el muro del cementerio fue pintado con grafitis.
En Mangalore, en el estado de Karnataka, en la India central, una sala de oración católica en las afueras de la ciudad fue apedreada y rompieron las ventanas. Según los cristianos locales "algunos elementos antisociales están tratando de crear el pánico y la inseguridad en la sociedad".
Nueva amenaza
"Vamos a continuar con los programas de ghar Wapsi (reconversión al hinduismo), a menos que el gobierno no introduzca leyes nacionales anti-conversión", advierte Praveen Togadia, líder del Vishwa Hindu Parishad (VHP, radicales hindúes), al celebrar los 50 años del grupo en el distrito de Kandhamal (Orissa), el 28 de febrero.