VATICANO,
Después del rezo del Ángelus hoy, el Papa Francisco denunció nuevamente la alarmante situación que viven los cristianos en Siria e Irak a causa de la violencia y persecución.
Francisco lamentó que "no cesan, por desgracia, de llegar noticias dramáticas desde Siria e Irak relativas a la violencia, secuestros y abusos contra los cristianos y otros grupos".
"Queremos asegurar a cuantos están implicados en esta situación, que no les olvidamos, sino que estamos junto a ellos y rezamos insistentemente para que lo antes posible se ponga fin a la intolerable brutalidad de la que son víctimas".
El Papa indicó que "junto a los miembros de la Curia Romana he ofrecido según esta intención en la última Santa Misa de los Ejercicios Espirituales, el viernes pasado".
"Al mismo tiempo invito a todos, según sus posibilidades, a trabajar para aliviar los sufrimientos de cuantos están en la prueba, a menudo solo a causa de la fe que profesan".