BUENOS AIRES,
Con tres hijos adoptados y luego de cinco años terminó en divorcio el primer matrimonio gay de América Latina, una unión celebrada con amplia cobertura mediática en 2009 en Argentina. Sin embargo hoy se reveló el secreto que el lobby LGBT guardaba bajo llave: Alex Freyre y José María Di Bello no eran pareja y el matrimonio fue una farsa orquestada al detalle para forzar la aprobación de la ley de uniones homosexuales.
El periodista y activista gay Bruno Bimbi reveló hoy que al momento del "matrimonio", Freyre y Di Bello no eran pareja y fingieron serlo con la complicidad de numerosos representantes LGBT con el fin de sentar el precedente legal que necesitaban para impulsar la legalizacion de las uniones del mismo sexo prometida y alentada por la presidenta Cristina Fernández.
Bimbi cuenta que el secreto lo conocían los activistas del lobby gay y que eso se acordó porque "necesitábamos dos hombres o dos mujeres que presentaran el próximo amparo en capital, en el fuero contencioso administrativo, y se prepararan para, si todo salía bien, ser los primeros en casarse".
"Al principio había sido por una causa justa pero acabó transformándose en el show mediático de una persona ambiciosa (Freyre), que se creyó el personaje y lo usó para sacar rédito. Ya no es más por una causa. Y ya superó todos los límites", escribió Bimbi en su blog.
El periodista reprodujo uno de los diálogos de esos días al interior del lobby homosexual: