El brutal asesinato de 21 cristianos coptos en Libia a manos del Estado Islámico (ISIS) la semana revela una realidad que afrontan muchos cristianos en Egipto diariamente.
"Estas 21 víctimas no fueron los primeros ni serán los últimos. Hay un río de sangre cristiana en Egipto" dijo Mina Abdelmalek, uno de los organizadores de la vigilia de oración realizada en las afueras de la Casa Blanca el Miércoles de Ceniza, cuando se inició el tiempo de Cuaresma.
La vigilia de oración fue en recuerdo del grupo de cristianos coptos asesinados. Ellos trabajaban en Libia para mantener sus familias en Egipto y habían sido secuestrados entre diciembre y enero.
"La mayoría de las personas que viven en esas áreas, realmente viven cada día por la gracia de Dios", explicó el Padre Anthony Messeh de la iglesia copto ortodoxa San Timoteo y Atanasio, de Arlington.