ROMA,
El Presidente del Pontificio Consejo de la Pastoral para los Migrantes e Itinerantes, Cardenal Antonio María Vegliò, señaló que pese a la situación a veces dramática, la emigración es todavía "una aspiración a la esperanza, un signo de los tiempos", al que la Iglesia busca responder con asistencia material y espiritual.
Así lo expresó en un artículo publicado en L'Osservatore Romano con motivo de la publicación del documento final del séptimo congreso mundial de dicho dicasterio sobre "Cooperación y desarrollo en la pastoral de las migraciones".
"A pesar de los progresos de los últimos años y la actual situación, en ocasiones penosa y dramática, la emigración todavía es una aspiración a la esperanza, un signo de los tiempos, un fenómeno en el que la dignidad y la centralidad de la persona humana adquieren una importancia cada vez mayor", señaló el Cardenal Vegliò.
"El objetivo final es el de aumentar las capacidades humanas para ampliar el ámbito de las decisiones y crear un ambiente seguro y estable en el cual todos puedan vivir, trabajar y profesar su propio credo con dignidad e igualdad tanto en el contexto civil como el eclesial", añadió.
Por su condición de clandestinidad, los migrantes son objeto en numerosas ocasiones de maltrato, extorsión, secuestro y todo tipo de vejaciones. Este tema es una de las principales preocupaciones de los Obispos de México, cuyo país es tierra de tránsito para miles de migrantes provenientes de América Central que tratan de llegar a los Estados Unidos y Canadá en busca de un futuro mejor.
El documento final del dicasterio se dio a conocer el 22 de febrero y es fruto de la colaboración de 300 expertos de más de 90 países que tocan día a día la realidad de los desplazados.