VATICANO,
El Papa Francisco recibió hoy a los fieles de la diócesis italiana de Cassano all'Jonio, en la región de Calabria, donde tiene importante presencia la mafia italiana N'dranghetta. En su mensaje, el Santo Padre alentó a los miembros de organizaciones criminales a convertirse y abrir sus corazones a Dios.
Francisco, que visitó la región el 21 de junio de 2014, señaló hoy a los asistentes que "el recuerdo de la visita a su comunidad diocesana está todavía vivo en mi corazón: las reuniones con los presos, los enfermos, con los sacerdotes, religiosos, seminaristas".
"El Señor les ayude a caminar siempre juntos, en las parroquias y asociaciones, guiadas por el Obispo y los sacerdotes. Ayudará a ser comunidades de acogida, para acompañar a Cristo a cuantos están luchando para ver su presencia que salva".
El Santo Padre reafirmó "un pensamiento que he sugerido durante mi visita: los que aman a Jesús, que oye y acoge la Palabra y que viven en una forma sincera a la llamada del Señor, no pueden de ninguna manera entregarse las obras del mal. ¡O Jesús o el mal! Jesús no invitó a los demonios de la cena: se alejaban, porque eran malos. ¡O Jesús o el mal!".
"No se pueden decirse cristianos y atentar contra la dignidad de las personas; los que pertenecen a la comunidad cristiana no pueden programar y consumar los gestos de violencia contra los demás y contra el medio ambiente".
Francisco advirtió que si los actos externos "de religiosidad no se acompañan de la conversión real y pública no son suficientes para ser considerados en la comunión con Cristo y su Iglesia".