VATICANO,
El hombre es capaz de hacer el bien y el mal, todo depende de su relación con Dios, afirmó el Papa Francisco durante la Misa en la Casa Santa Marta, donde condenó a los traficantes de armas, "comerciantes de muerte" que incentivan las guerras y que no comprenden el Evangelio porque están endurecidos por las pasiones.
Francisco, que dedicó la Misa a los 21 cristianos egipcios asesinados por el Estado Islámico (ISIS), reflexionó sobre la primera lectura que narra el diluvio universal y observó que el hombre es incluso capaz de destruir la fraternidad y de aquí nacen guerras y divisiones. Por ello condenó duramente a aquellos "comerciantes de muerte" que venden armas a países en conflicto para que continúen las guerras.
"El hombre es capaz de destruir todo aquello que Dios ha realizado", advirtió el Papa, que desarrolló su homilía basándose en el paso dramático del Génesis que muestra la ira de Dios por la maldad del hombre y que preludia el diluvio universal. El hombre "parece ser más potente de Dios", es capaz de destruir las cosas buenas que Él ha realizado.
Recordó que en los primeros capítulos de la Biblia hay varios ejemplos, como "Sodoma y Gomorra, la Torre de Babel, en los cuales el hombre muestra su maldad". Un mal que se anida en lo íntimo del corazón.
"¡Pero padre, no sea tan negativo!, dirá alguien. Pero ésta es la verdad. Somos capaces de destruir también la fraternidad: Caín y Abel en las primeras páginas de la Biblia. Destruir la fraternidad. Es el comienzo de las guerras, ¿no? Los celos, las envidias, tanta a avidez de poder, de tener más poder. Sí, esto parece negativo pero es realista. Tomen un diario, cualquiera: de izquierda, del centro, de derecha…cualquiera. Y verán que más del 90% de las noticias son de destrucción. Más del 90 por ciento. Y esto lo vemos todos los días".
"Pero ¿qué sucede en el corazón del hombre?", se preguntó Francisco. Jesús nos recuerda que "del corazón del hombre nacen todas las maldades". Nuestro corazón débil – prosiguió – "está herido".