Antes de morir, la activista Kayla Jean Mueller secuestrada desde agosto de 2013 por el Estado Islámico (ISIS), envió una conmovedora carta a su familia, asegurando que "al final lo único que realmente se tiene es a Dios".
Kayla, nacida en Prescott, estado de Arizona (Estados Unidos), tenía 26 años al momento de su muerte. Trabajó en diversas organizaciones caritativas en diferentes partes del mundo, en África, América y Medio Oriente.
Viajaba de Aleppo (Siria) a Turquía, como parte de su trabajo de asistencia a los refugiados del Estado Islámico, cuando fue secuestrada por los extremistas musulmanes.
El 10 de enero de este año, el gobierno de Estados Unidos confirmó la muerte de Kayla.
En un comunicado, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó a ISIS como un "grupo terrorista odioso y aborrecible, cuyas acciones están en marcado contraste al espíritu de las personas como Kayla".