BUENOS AIRES,
La Comisión Nacional de Justicia y Paz, que depende de la Conferencia Episcopal Argentina, hizo pública hoy su adhesión a la marcha de silencio convocada por un grupo de fiscales federales para el próximo miércoles 18 de febrero a raíz de cumplirse un mes de la muerte del fiscal Alberto Nisman, que investigaba el atentado contra la mutual judía AMIA y dijo tener pruebas para acusar de complicidad a autoridades nacionales.
Nisman tenía programado asistir al Congreso para presentar posibles evidencias de que la presidenta Cristina Fernández y otros funcionarios del gobierno firmaron un acuerdo con Irán para encubrir a los presuntos autores intelectuales del atentado de 1994 contra la sede del centro comunitario Asociación Mutual Israelí de Argentina (AMIA), que dejó 85 muertos.
La versión del gobierno es que se trataría de un suicidio. Sin embargo, la fiscal Viviana Fein, a cargo del caso, informó que no se encontraron restos de pólvora en las manos de Nisman, por lo que no sería él quien disparó el arma.
En un comunicado dado a conocer hoy, la Comisión Nacional de Justicia y Paz, que preside el laico Gabriel Casteli, precisó que se adhieren a esta manifestación por entender que "se trata de un acto no partidario, de hondo sentido y valor republicano".
Asimismo, invitó a los creyentes a "sumar su oración al Señor de la Historia pidiendo para nuestra Patria paz, justicia y verdad".