REDACCION CENTRAL,
Hoy, 10 de febrero, la Iglesia recuerda al Beato Cardenal Aloysius Viktor Stepinac, quien fuera la cabeza de la Iglesia Católica en Croacia desde 1934 hasta su muerte en 1960.
El Cardenal Aloysius Stepinac tiene el mérito de haber conducido a los católicos a partir de 1945, año en que se impuso el régimen comunista en su nación bajo las órdenes del Mariscal Tito, jefe de Estado de la entonces Yugoslavia, a la que Croacia estaba anexada. Tito lo persiguió y hostigó judicialmente con el ánimo de acallarlo.
Un Pastor forjado en el dolor de la guerra
Alojzije -su nombre en croata- Stepinac nació el 8 de mayo de 1898 en Krasic (Croacia). Sus padres, campesinos humildes, lo educaron en la verdad y en el amor a la vida. De joven, Aloysius decidió consagrarse al servicio de Dios. Había pasado la I Guerra Mundial y en Europa se vivía el hambre, la desolación y la pérdida de valores.
El 26 de octubre de 1930, a los 32 años de edad, fue ordenado sacerdote en Roma. Cuatro años después fue consagrado arzobispo, con derecho a sucesión de la ciudad de Zagreb. De esta manera se convirtió en el arzobispo más joven del mundo. Con solo 36 años, empezó a destacar como defensor de los derechos de los hombres y mujeres de su patria, sin hacer distinción de credo, etnia o nacionalidad.
Su nación padecía un ataque en todos los frentes y había crisis en todos los sectores. Durante la cruenta II Guerra Mundial, protegió a los perseguidos, expatriados y necesitados, levantando la voz ante las injusticias.