Cada 5 de febrero, la Iglesia celebra a San Felipe de Jesús, mártir, fraile franciscano y misionero. Sus padres fueron españoles, pero él nació en tierras mexicanas, por lo que, con toda justicia, se le considera el primer mártir de México.
Felipe de las Casas Ruiz, por su nombre secular, nació el 1 de mayo de 1572 en Ciudad de México. Sus padres fueron Alonso de las Casas, natural de Illescas, y doña Antonia Ruiz Martínez, originaria de Sevilla. Ambos habían emigrado en 1571 al virreinato de la Nueva España (México) al poco tiempo de contraer matrimonio.
San Felipe de Jesús ostenta el patronazgo de la Ciudad de México, capital de los Estados Unidos Mexicanos.
La higuera marchita
Una bella tradición cuenta que Felipe era muy travieso de niño, y que sus padres se hicieron de una nana para cuidarlo mejor. No era un chico malo, al contrario, solo tenía el espíritu inquieto y curioso; pero por lo mismo, solía ponerse a riesgo de extraviarse, o de sufrir algún golpe o accidente mayor.
En el huerto de la casa de su casa había una higuera marchita. Un día, al parecer, Felipe hizo algo que sacó de quicio a su nana, quien exclamó sarcásticamente: «¿Felipillo santo? Sí, cuando la higuera reverdezca, cuando la higuera reverdezca». Curiosamente, varios testimonios recogidos para su causa apuntaban a que el día de la muerte de Felipe, la higuera de la casa paterna reverdeció.