VATICANO,
"Un buen padre sabe atender y perdonar, desde lo profundo del corazón", afirmó el Papa Francisco durante la Audiencia General en el Aula Pablo VI, en la que reflexionó sobre el papel del padre en la familia, poniendo como ejemplo la parábola del Hijo Pródigo.
Como ya anunciase la semana pasada, la catequesis de hoy se refirió a la función del padre en la familia, desde una perspectiva positiva, dejando de lado los "peligros de los padres 'ausentes'".
"Toda familia necesita al padre", comenzó diciendo. El padre "sabe todo lo que cuesta transmitir esta herencia: la cercanía, la dulzura y la firmeza" pero también "¡cuánto consuelo y cuanta recompensa se recibe cuando los hijos rinden honor a esta herencia! Es una alegría que redime toda fatiga, que supera cada incomprensión y cura todas las heridas".
Francisco habló después de algunas necesidades, como "que el padre esté presente en la familia". "Que sea cercano con la mujer, para compartir todo, alegría y dolores, fatigas y esperanzas, y que sea cercano a los hijos durante su crecimiento: cuando juegan y cuando se empeñan en algo, cuando están despreocupados y cuando están angustiados, cuando se expresa y cuando están taciturnos, cuando son atrevidos y cuando tienen miedo, cuando dan un paso equivocado y cuando reencuentran el camino". En todas estas ocasiones "el padre debe estar siempre presente".
Pero, el Papa alertó de que estar presente no es lo mismo que "controlar": "Los padres demasiado controladores anulan a los hijos, no les dejan crecer".