LOS ÁNGELES,
El Arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos), Mons. José Gómez, exhortó a los católicos a rezar y trabajar para que no tenga éxito el Proyecto de Ley del Senado 128, presentado por representantes de California con el objetivo de legalizar la eutanasia de ancianos, enfermos y discapacitados.
El Prelado hizo este llamado en el marco de la reciente Marcha por la Vida, que reunió a unas 200.000 personas en Washington DC para recordar a los millones de no nacidos muertos tras la despenalización del aborto hace más de 40 años.
"Esta semana, al mismo tiempo que recordamos ese trágico día en que la privación de la vida de los no-nacidos fue legalizada en nuestro país, algunos de nuestros líderes aquí California introdujeron una legislación para legalizar la posibilidad de dar muerte a los ancianos, los enfermos y los discapacitados. Tenemos que rezar y trabajar para que esta legislación, el Proyecto de Ley del Senado 128, no tenga éxito", expresó en su última columna publicada en ACI Prensa y que es una adaptación de la homilía pronunciada en la Misa de Réquiem por los no-nacidos, celebrada el 24 de enero en la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles.
El Arzobispo señaló que "hay muchas injusticias en nuestra sociedad", sin embargo, la más grave es "la rutinaria destrucción de vidas humanas inocentes que tiene lugar todos los días", un problema que "no es solamente cultural o político; es algo profundamente personal, tanto una cuestión moral, como también espiritual".
"Ninguno de nosotros –nadie- tiene derecho a decidir quién puede vivir y quién puede morir ni cuándo ha de llegar ese momento. Queremos controlar todo, pero no podemos. Sólo Dios tiene ese derecho. Sólo Dios, que es el Dueño y Señor de nuestro principio y de nuestro final", recordó.
Mons. Gómez reiteró que "el derecho a la vida es el fundamento de todos los demás derechos", por tanto, "no podemos permitir que triunfe la cruel lógica que dice que la vida humana es desechable; la cruel lógica que dice que en algunos casos no vale la pena vivir, que no vale la pena proteger algunas vidas".