LIMA,
Ante la creciente ola de inseguridad ciudadana en el Perú, los obispos de ese país pidieron a la sociedad no ser "indiferentes a todo signo de violencia verbal o física, de corrupción y deshonestidad". Esto a través de un comunicado que fue leído en conferencia de prensa el 23 de enero, en la sede de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP).
Con motivo de su 105° Asamblea Plenaria, los prelados peruanos inician este mensaje expresando su preocupación por el incremento de robos, asaltos y asesinatos que desconciertan a la sociedad. Así como por el hacinamiento de los centros de reclusión que reproduce y alienta la violencia, en medio de la corrupción política.
"La conjunción entre corrupción, narcotráfico e inseguridad ciudadana genera un círculo vicioso que aniquila personas, violenta los derechos humanos, destruye la naturaleza, debilita nuestras frágiles instituciones sociales y políticas, y frena el desarrollo integral de un país", expresaron.
Posteriormente animan a trabajar por la paz que significa "luchar contra la corrupción en todas sus formas", siguiendo la línea del Papa Francisco, quien afirmó que esta realidad "se ha vuelto natural al punto de llegar a constituir un estado personal y social ligado a la costumbre".
Luego citan al documento de Aparecida cuando advierte que "la paz es un bien preciado pero precario, que debemos cuidar". Por ello sostienen que "no habrá paz duradera y sostenida si no hay en cada uno de nosotros la firme decisión de construir la paz".
"Llamamos a todas las instituciones sociales a redoblar sus esfuerzos para hacer de este valor un eje transversal de su planeamiento en el próximo quinquenio", convocaron.