Ayer Washington DC (Estados Unidos), fue escenario de la Marcha por la Vida 2015, una nueva concentración multitudinaria de más de 200.000 personas -mayormente jóvenes de 12 a 18 años-, que coreando "¡Somos la generación pro-vida!" rechazó el aborto, despenalizado en 1973 con el fallo Rode vs Wade.
Esta marcha, apoyada por el Papa Francisco desde su cuenta de Twitter, se realiza todos los años el 22 de enero o cerca a esta fecha, pues es el día en que la Corte Suprema de Estados Unidos tomó la decisión que extendió el aborto a todo el país.
Every Life is a Gift. #marchforlife
- Pope Francis (@Pontifex) enero 22, 2015
Durante el evento, la presidenta de la Marcha por la Vida, Jeanne Monahan-Mancini, alentó a los participantes a cumplir la misión de concientizar al mundo de que el aborto es un acto de violencia, para el niño por nacer, pero también para la madre que se somete a esa práctica.
Junto a los jóvenes marcharon seminaristas, sacerdotes, religiosos, religiosas y obispos venidos de todo el país. "Toda la vida es un regalo!", expresó a través del Twitter el Obispo de Lincoln, Mons. James D. Conley.