VATICANO,
El Papa Francisco ha retomado hoy la Audiencia General tras visitar el continente asiático que le llevó durante una semana a Sri Lanka y Filipinas, viaje que "ha sido sobre todo un jubiloso encuentro con las comunidades eclesiales que, en aquellos países, dan testimonio de Cristo: les he confirmado en la fe y en la misión".
"Conservaré -añadió- en el corazón el recuerdo de la festiva acogida de parte de la muchedumbre -a veces parecía incluso un océano- que ha acompañado los momentos destacados del viaje".
Francisco recordó que tuvo la oportunidad de "animar el diálogo interreligioso al servicio de la paz, así como el camino de esos pueblos hacia la unidad y el desarrollo social, especialmente con el protagonismo de las familias y de los jóvenes".
Para el Papa, el momento culminante de su estancia en Sri Lanka fue la canonización del "gran misionero" José Vaz. "Este sacerdote administraba los sacramentos, a menudo en secreto, a los fieles, pero ayudaba indistintamente a todos los necesitados, de todas las religiones y condiciones sociales".
"Su ejemplo de santidad y de amor al prójimo continua inspirando a la Iglesia en Sri Lanka en su apostolado de caridad y de educación". Es, afirmó, un "modelo para todos los cristianos, llamados hoy a proponer la verdad salvífica del Evangelio en una contexto multireligioso, con respeto hacia los otros, con perseverancia y humildad".
Para el Papa, Sri Lanka "es un país de una gran belleza natural, cuyo pueblo está buscando reconstruir la unidad después de un largo y dramático conflicto civil", para lo que subrayó en su encuentro con las autoridades de país "la importancia del diálogo, del respeto por la dignidad humana, del esfuerzo de involucrar a todos para encontrar soluciones adecuadas en orden a la reconciliación y al bien común".