MANILA,
La hermana María del Pino Rodríguez es una de las misioneras españolas que vive en Filipinas. Ella es Misionera del Santísimo Sacramento y María Inmaculada y lleva tres años viviendo en Manila en la única misión que la congregación tiene en Asia, y relata la emoción que se vive por la visita del Papa Francisco y la labor que realiza la Iglesia para atender a los pobres y fortalecer la fe del único país con mayoría católica en el sudeste asiático.
Según cuenta, desde hace más de cuatro meses en todas las Eucaristías del país se reza una oración pidiendo por el viaje que el Papa Francisco está realizando actualmente.
"También en algunos lugares se ha organizado una Novena de Adoración al Santísimo, por turnos, con oraciones específicas por la visita y por la seguridad del Papa. Se está animando mucho a vivir la Comunión a través de la oración y la participación de todos", cuenta a ACI Prensa la Hermana María del Pino.
Como parte de la pequeña comunidad en Filipinas de las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada asegura que "aunque se esperan más de 6 millones de personas, nosotras trataremos de participar en todo lo que podamos. Con la visita del Papa se respira emoción en todos los rincones de la ciudad, es un gran acontecimiento para el pueblo filipino".
Según explica la hermana María del Pino "los filipinos tienen una gran sensibilidad religiosa, y eso es algo muy positivo, pero al mismo tiempo veo la necesidad de una formación que dé mayor consistencia a la fuerte vibración de los filipinos por lo Sagrado, y que les ayude a encauzar su manera de vivir la fe".
"El problema más destacado del país es la extrema pobreza en la que vive un alto porcentaje de filipinos. El número de indigentes aumenta constantemente", cuenta la religiosa y precisa que en las grandes ciudades como Manila se encuentran zonas llamadas 'squatters' en las que quienes llegan a la ciudad ocupan trozos de tierra o casas abandonadas y viven en condiciones infrahumanas.