COLOMBO,
Portando su ya tradicional maletín negro, el Papa Francisco se despidió de Sri Lanka, la "Perla del Oceáno Índico", y partió rumbo a Filipinas en donde se espera que los habitantes locales rompan el récord, que ellos mismos poseen, del evento más multitudinario con un Pontífice.
El Santo Padre se despidió de las autoridades civiles y religiosas de Sri Lanka que lo acompañaron en su último evento en el aeropuerto internacional de Colombo.
En el aeropuerto hubo además un nutrido grupo de niños que despidieron alegremente al Pontífice con sus banderas del Vaticano, blancas y amarillas.