MADHU,
El Papa Francisco se dirigió a la localidad de Madhu, luego de presidir la Misa en la canonizó a San José Vaz, sacerdote y primer santo de Sri Lanka, para rezar en el Santuario local.
En sus palabras, el Santo Padre explicó que la Virgen María nunca olvida a sus hijos que sufren y que siempre está allí para ayudar a curar las heridas, para llevar a los seres humanos a la reconciliación y a la paz a través de la ternura y la misericordia
A continuación el discurso completo del Pontífice:
Queridos hermanos y hermanas
Estamos en la casa de nuestra Madre. Aquí ella nos da la bienvenida. En este santuario de Nuestra Señora de Madhu, todo peregrino se puede sentir en su casa, porque aquí María nos lleva a la presencia de su Hijo Jesús. Aquí vienen los habitantes de Sri Lanka, tamiles y cingaleses por igual, como miembros de una sola familia. Encomiendan a María sus alegrías y tristezas, sus esperanzas y necesidades. Aquí, en su casa, se sienten seguros. Saben que Dios está muy cerca; sienten su amor; conocen su ternura y misericordia.
Se encuentran hoy aquí familias que han sufrido mucho en el largo conflicto que rasgó el corazón de Sri Lanka. Muchas personas, tanto del norte como del sur, fueron asesinadas en la terrible violencia y derramamiento de sangre de aquellos años. Los habitantes de Sri Lanka no pueden olvidar los trágicos acontecimientos ocurridos en este mismo lugar, o el triste día en que la venerada imagen de María, que data de la llegada de los primeros cristianos a Sri Lanka, fue arrancada de su santuario.