ROMA,
Sri Lanka tiene 20 millones de habitantes aproximadamente y es un país de Asia que por estos días tiene la gracia de contar con la presencia del Papa Francisco. En este, su primer viaje a esta nación, ha canonizado al primer santo local, el sacerdote José Vaz. Como él, una gran cantidad de jóvenes quieren servir al Señor en la Iglesia Católica cuyos miembros son solo el 6,1 por ciento de la población total, es decir poco más de 1 millón doscientos mil personas.
En declaraciones a ACI Prensa en la ciudad de Roma (Italia), el sacerdote Prashad Harshan de Sri Lanka explicó que anualmente son entre 50 y 60 los nuevos presbíteros que se consagran para servir a los fieles católicos, en un país mayoritariamente budista, donde más del 70 por ciento profesa esta religión.
Este sacerdote de la Arquidiócesis de Colombo, que ahora estudia el último año en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma, comenta que su país cuenta con una "Iglesia eficaz y en crecimiento".
El P. Harshan recordó además que en Sri Lanka existen "12 diócesis, una Arquidiócesis, 16 obispos, 13 seminarios menores, y más de otros 10 seminarios y congregaciones". "Hay muchas vocaciones, la Iglesia de Sri Lanka es pequeña en números, pero es una Iglesia viva", agregó.
Tras comentar que solo en su Arquidiócesis hay más de 420 sacerdotes, el presbítero dijo a ACI Prensa que la visita del Santo Padre a su país, la segunda nación de Asia que visita en su pontificado, "es un hermoso gesto de solidaridad de ir todo su camino desde Roma y algo muy importante".
"Los líderes religiosos ven a las autoridades de la Iglesia con respeto", indicó luego, ya que ésta tiene un papel muy importante ya que "ha introducido un lenguaje de reconciliación" a través de diversas actividades como las de carácter cultural.