SANTIAGO,
Helia Molina renunció al cargo de Ministra de Salud en Chile el pasado 30 de diciembre luego de una entrevista en el diario La Segunda, en la que declaró que "en todas las clínicas cuicas-término peyorativo para referirse a la clase alta-, muchas familias conservadoras han hecho abortar a sus hijas. Las personas con más dinero no requieren de leyes, porque tienen los recursos".
Frente a estos dichos, Pablo Urquízar, Director legislativo de la Corporación Comunidad y Justicia, en conversación con ACI Prensa, declaró que la ministra "hace una afirmación que contiene un sesgo altamente discriminatorio, por la situación socioeconómica y la ideología de ciertas familias que ella señala que habrían abortado, en determinadas clínicas, con un nombre absolutamente peyorativo como es el concepto de 'cuico' y sin ningún sustento serio. Esto vulnera la ley de antidiscriminación promulgada el 2012".
Por su parte, Ismini Anastassiou, presidenta de ISFEM, organización no gubernamental cuyo objetivo es, entre otras cosas, la defensa del niño por nacer, afirmó a ACI Prensa que "el tema del aborto no se trata de ricos que pueden abortar y de pobres que no pueden. Se trata de que, siempre, abortar es matar, cualesquiera sean las razones que se tengan".
A mediados de enero el Gobierno se dio plazo para el envío al Congreso del proyecto de ley de Aborto Terapéutico, que busca despenalizar la interrupción del embarazo en caso de violación, inviabilidad fetal y riesgo vital de la madre.
A juicio de Urquízar, Molina "hace una afirmación bastante grave al decir que ella tiene conocimiento de abortos que se hacen en determinadas clínicas sin decir el nombre, pero sabe que se hacen abortos. El aborto en Chile, hoy día, es un delito castigado por el Código Penal, con penas de cárcel, y ella, como Ministra del Estado, tiene un cargo público y el artículo 175 del Código Procesal Penal expresamente obliga a los empleados públicos a denunciar los delitos de los cuales tengan conocimiento. La Ministra debería aclarar por qué no ha denunciado los casos de los que ella ha tenido conocimiento".
En la publicación antes mencionada, Molina detalló además en qué etapa se encuentra la discusión sobre el aborto en ese país, afirmando que "éste es un proyecto suave, que establece la interrupción del embarazo en tres casos. Si una madre tiene cuatro hijos y queda esperando un quinto, pero en el intertanto adquirió una hipertensión pulmonar y el obstetra le advierte que este embarazo le puede costar la vida, la mujer debe tener derecho a decidir si quiere seguir ese embarazo".