ROMA,
Dos prestigiosos analistas católicos llamaron la atención sobre el creciente descontento que estaría causando en las autoridades de la curia vaticana la presión de los obispos alemanes para forzar la aprobación de la comunión para los divorciados en nueva unión.
Edward Pentin, experto en información del Vaticano, destacó en un artículo publicado en diciembre de 2014 en el sitio web Newsmax el creciente descontento en las autoridades vaticanas por las presiones de los obispos de un país en el que los católicos son cada vez menos.
"Algunas importantes autoridades vaticanas han cuestionado abiertamente por qué alguien debe escuchar a líderes de una Iglesia que está perdiendo miembros rápidamente, donde la fe es débil", indicó Pentin, recordando que en 2012 un total de 118,335 católicos se apartaron de la Iglesia en Alemania.
Pentin destacó que, con 6,7 mil millones de dólares en ingresos en 2013, la Iglesia en Alemania es "la Iglesia más adinerada en todo el mundo" y Cáritas Alemania, con 560 mil trabajadores, es el segundo empleador más grande del país, después de Volkswagen.
La Conferencia Episcopal Alemana obtiene los casi 7 mil millones de dólares del impuesto eclesiástico cobrado a los fieles a través del estado.
Desde 2012, los obispos de Alemania decretaron que quienes no paguen el impuesto eclesiástico no pueden acceder a los sacramentos de Confesión, Comunión, Confirmación o Unción de los Enfermos.