VATICANO,
Al presidir la celebración de las primeras Vísperas de la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios y Te Deum de agradecimiento por el año que culmina, el Papa Francisco alentó a los fieles a "agradecer y pedir perdón" a Dios.
El Santo Padre subrayó que al terminar el año hoy "alabamos al Señor con el himno del Te Deum y al mismo tiempo le pedimos perdón".
"La actitud de agradecer nos dispone a la humildad, a reconocer y a acoger los dones del Señor", indicó.
A continuación, el texto completo de la homilía del Papa Francisco, gracias a la traducción de Radio Vaticano:
La Palabra de Dios nos introduce hoy, de forma especial, en el significado del tiempo, en el comprender que el tiempo no es una realidad extraña a Dios, simplemente por que Él ha querido revelarse y salvarnos en la historia, en el tiempo. El significado del tiempo, la temporalidad, es la atmósfera de la epifanía de Dios, es decir, de la manifestación del misterio de Dios y de su amor concreto. En efecto, el tiempo es el mensajero de Dios, como decía san Pedro Fabro.
La liturgia de hoy nos recuerda la frase del apóstol Juan: «Hijos míos, ha llegado la última hora» (1Jn 2,18), y la de San Pablo, que nos habla de «la plenitud del tiempo» (Ga 4,4). Por lo que el día de hoy nos manifiesta cómo el tiempo que ha sido – por decir así – 'tocado' por Cristo, el Hijo de Dios y de María, y ha recibido de Él significados nuevos y sorprendentes: se ha vuelto 'el tiempo salvífico', es decir, el tiempo definitivo de salvación y de gracia.