VATICANO,
Para el Papa Francisco la miseria más peligrosa es la lejanía de Dios. Lo ha dicho esta mañana al recibir en audiencia a la Asociación Comunidad Papa Juan XXIII.
El Pontífice les acogió con alegría y les agradeció sus testimonios que "hablan de esclavitud y de liberación, hablan del egoísmo de cuantos piensan construirse la existencia explotando a los demás y de la generosidad de quienes ayudan al prójimo a liberarse del degrado material y moral".
"Son experiencias que ponen a la luz muchas formas de pobreza de las que por desgracia está herido nuestro mundo; y revelan la miseria más peligrosa, causa de todas las demás: la lejanía de Dios", afirmó.
A continuación el Pontífice indicó que es el Señor el que "señala la diferencia entre la libertad del bien y la esclavitud del mal" que puede lograr "obras buenas y traer alegría íntima, capaz de irradiarla también sobre aquellos que nos son cercanos".
Es por ello que la presencia del Señor alarga los horizontes, cura los pensamientos y las emociones y nos da la fuerza necesaria para superar dificultades y pruebas.
"Allí donde está el Señor Jesús hay resurrección y vida", dijo también el Pontífice.