MADRID,
El P. Luis Santamaría es miembro de la Red Iberoamericana del Estudio de Sectas (RIES) y ha analizado el caso de Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, una asociación de fieles de derecho diocesano que actualmente se encuentra bajo investigación civil y canónica después de que se conocieran los abusos que el fundador, Miguel Rosendo, realizaba con algunos de sus miembros.
Según ha precisado el P. Santamaría a ACI Prensa "dentro de la Iglesia Católica no hay sectas porque éstas tienen la característica de que se constituyen como grupo autónomo que no responde a una autoridad superior que no sea la del líder. Sin embargo sí puede haber sectarismo que es más una actitud, un comportamiento, una dinámica de grupo".
Orden y Mandato de San Miguel Arcángel obtuvo la aprobación diocesana en el año 2009 Tui-Vigo (España). Tres años después, en 2012, se recibieron una serie de denuncias que ponían en entredicho el comportamiento de fundador de Orden y Mandato de San Miguel Arcángel y que le acusaban de abusos psicológicos, físicos y sexuales.
Ante esta situación el Obispado de Tiu-Vigo nombró un visitador canónico que investigó la orden y se desautorizó a Miguel Rosendo y al grupo en sí, por lo que la gran mayoría de los fieles se dieron de baja de la asociación que había fundado.
Por su parte Rosendo se trasladó a Madrid con algunas de las consagradas de Orden y Mandato de San Miguel Arcángel y constituyeron un nuevo grupo llamado 'La Voz de Serviam' con el que comenzaron a realizar actuaciones musicales en varias parroquias de Madrid. Por eso el Arzobispado de Madrid emitió un comunicado advirtiendo que este nuevo grupo "no es una asociación reconocida por la Iglesia Católica" y que por lo tanto no pueden decirse "grupo católico" y recordaba que no tenían permitida la actuación en la archidiócesis.
"En un ejercicio de parasitismo utilizan simbología católica y elementos católicos para seguir engañando y presentándose como si fueran una realidad reconocida de la Iglesia cuando en realidad no es así", precisa el P. Santamaría.