VATICANO,
El Papa Francisco quiere que toda la Iglesia, con todos sus fieles, se involucre en la oración y la reflexión que acompañan el camino hacia el Sínodo de la Familia del próximo octubre. Es lo que expresó en la catequesis durante la Audiencia General en la Plaza de San Pedro.
El Pontífice aseguró que la gran misión de la familia es "hacer lugar a Jesús que viene, recibir a Jesús en la familia, en la persona de los hijos, del marido, de la esposa, de los abuelos, porque Jesús está allí. Recibirlo allí, para que crezca espiritualmente en esa familia".
Ya en la semana pasada, el Pontífice explicó que a partir de ahora, todas las audiencias generales las dedicaría a hablar de la familia. Un "don" que "el Señor hizo al mundo desde el principio" y que "Jesús ha confirmado y sellado en su Evangelio".
Para hablar de la familia, en esta ocasión tomó como modelo el nacimiento de Jesús en Belén, que se celebrará dentro de una semana.
El Papa aseguró que, al igual que sucedió en Nazaret con la vida de Jesús, también en la de cada persona se puede "hacer que se transforme en normal el amor y no el odio, hacer que se transforme común la mutua ayuda, no la indiferencia o la enemistad".
Aprovechó la catequesis para dar algunos consejos a las familias cristianas: "acoger a Jesús, escucharlo, hablar con Él, custodiarlo, protegerlo, crecer con Él; y así mejorar el mundo".