VATICANO,
El Papa Francisco recibió en audiencia hoy, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, a los miembros del Consejo Nacional de la Unión Italiana de Ciegos y Deficientes Visuales, al celebrarse la fiesta de Santa Lucia que se celebra hoy.
En su discurso, el Santo Padre aseguró que "el secreto de la verdadera felicidad es donarse y el hombre no se realiza plenamente en el tener y en el hacer, sino en amar y donarse".
"No se encierren, sino ábranse a la sociedad", pidió Francisco a los asistentes, al tiempo que recordó que "la sociedad olvida hoy la dimensión de la comunidad y la del don gratuito de ser para los otros".
En su discurso, el Papa puso la figura de a santa como modelo. "Lucía vivió de modo ejemplar gracias a su fe en Cristo", aseguró, pero "sobre todo nos sugiere un valor que me parece muy importante también para vosotros: el coraje".
Ella, señaló, "era una joven mujer, indefensa, pero afrontó las torturas y la muerte violenta con gran valentía, una valentía que le venia de Cristo resucitado, con el que estuvo unida, y del Espíritu Santo, que habitaba en ella".
"Todos necesitamos valor para afrontar las pruebas de la vida. En particular las personas ciegas y deficientes visuales, necesitan no encerrarse" sino que deben "abrirse a la realidad, a los otros, a la sociedad".