Hace 35 años entró en vigor la política del hijo único en China, que obliga a las familias a tener un solo hijo o enfrentar duras sanciones. En este tiempo, 400 millones de niños han muerto por abortos forzados como parte de este programa comunista.
En un reciente artículo, Steven Mosher, presidente del Population Research Institute (PRI), recordó que los primeros niños víctimas de la política abortista del hijo único en China "tendrían hoy 35 años de edad". Mosher fue uno de los primeros en denunciar los abusos de este programa a nivel mundial.
En su escrito, titulado "Esto es por los niños perdidos de China", Steven Mosher pidió oraciones "por ellos y por sus madres, muchas de las cuales fueron llevadas a los centros de salud del Estado a la fuerza o con amenazas, para hacerse los abortos que nunca quisieron y que ahora lamentan profundamente".
"Imagina que cada hombre, mujer y niño en Estados Unidos desapareciera. Aun así no se llegarían ni de cerca a los 400 millones de niños por nacer asesinados desde que el gobierno chino comenzó a aplicar la política de un solo hijo hace 35 años", agregó.
Mosher agradeció a los colaboradores del PRI por sus aportes, que permitieron a la organización pro-vida "poner al descubierto la verdad acerca de las esterilizaciones y los abortos forzados, el infanticidio de niñas y los abortos selectivos por sexo".
"Espero que algún día podamos decir que nuestra labor conjunta sobre este asunto está terminada", expresó, pero advirtió que actualmente "la política de un solo hijo en China sigue vigente matando niños por nacer".