Este 17 de diciembre, Tercer Domingo de Adviento, es el llamado domingo de Gaudete, que en latín quiere decir “alégrense” o “estad alegres”. Se trata de un domingo especial dentro de este tiempo de espera y preparación, en el que los cristianos tomamos conciencia de que la venida del Señor está cada vez más cerca.
Por eso, como símbolo de que estamos alegres, hoy vamos a encender la vela rosada (tercera vela) de la corona de Adviento. Esta “preanuncia” la alegría mesiánica por la pronta llegada del Salvador.
Antes de la oración
Te recomendamos poner la corona de Adviento en un lugar especial de la casa, en torno al cual podamos reunirnos todos los miembros de la familia. Al lado de la corona se puede colocar alguna imagen de la Virgen, procurando iluminar el ambiente con una luz cálida, no muy fuerte, que favorezca el espíritu de recogimiento.
No olvides revisar el texto de la oración previamente. Se debe nombrar un MONITOR principal, que puede ser el papá o la mamá, para que dirija la oración; así como designar un LECTOR (o lectores, según se desee, para distribuir las distintas partes de la Oración, de manera que puedan participar el mayor número de personas). Los demás tomarán parte con sus respuestas, cantando o haciendo peticiones.
Las velas correspondientes a los DOS domingos anteriores deben encenderse antes de iniciar la Oración familiar. Luego, en el momento indicado durante la liturgia (3ra estrofa de la canción), uno de los participantes encenderá la TERCERA vela (cirio o vela de color rosado).