VATICANO,
Un fenómeno mundial que sobrepasa las competencias de una sola comunidad o nación. Esta es la definición que el Papa Francisco ha dado problema de la esclavitud, tema del mensaje para la 48° Jornada Mundial de la Paz que como cada año se celebrara el próximo 1 de enero de 2015 y lleva por título "No más esclavos, sino hermanos".
En el texto, que la Santa Sede ha presentado en rueda de prensa este miércoles, el Papa denuncia que aún hoy "hay millones de personas -niños, hombres y mujeres de todas las edades- privados de su libertad y obligados a vivir en condiciones similares a la esclavitud". Todo ello a pesar de que la esclavitud, considerada "crimen de lesa humanidad", está oficialmente abolida en todo el mundo.
El Pontífice pide un "compromiso común" para solucionar el problema, ante el que a veces "tenemos la impresión de que todo esto tiene lugar bajo la indiferencia general".
"Se requiere también un triple compromiso a nivel institucional de prevención, protección de las víctimas y persecución judicial contra los responsables".
Para ello, "los Estados deben vigilar para que su legislación nacional en materia de migración, trabajo, adopciones, deslocalización de empresas y comercialización de los productos elaborados mediante la explotación del trabajo, respete la dignidad de la persona".
Así, "se necesitan leyes justas, centradas en la persona humana, que defiendan sus derechos fundamentales y los restablezcan cuando son pisoteados, rehabilitando a la víctima y garantizando su integridad, así como mecanismos de seguridad eficaces para controlar la aplicación correcta de estas normas, que no dejen espacio a la corrupción y la impunidad".