VATICANO,
La paz debe construirse sobre la justicia y el desarrollo de los pueblos y no sobre la amenaza nuclear, señaló el Papa Francisco en el discurso con ocasión a la Conferencia sobre el Impacto Humanitario de las Armas Nucleares, en el que criticó que se dilapide las riquezas de las naciones en detrimento de la educación, la salud y la lucha contra la pobreza.
El mensaje estuvo dirigido al ministro federal para Europa, la Integración y los Asuntos Exteriores de Austria, Sebastian Kurz, anfitrión del evento que culmina este martes.
En su mensaje, el Papa recordó que "las consecuencias humanitarias de las armas nucleares son predecibles y planetarias. Y mientras a menudo nos centramos en el potencial de las armas nucleares en los asesinatos en masa, habría que prestar más atención a los 'sufrimiento innecesarios' causado por su utilización".
"Los códigos militares y el derecho internacional, entre otros, condenan desde hace tiempo a las personas que infligen sufrimientos innecesarios. Si esos sufrimientos se condenan durante una guerra convencional, tendrían que condenarse todavía más en el caso de una guerra nuclear. Hay algunos entre nosotros que han sido víctimas de este tipo de armas y nos advierten para no cometer los mismos errores irreparables que devastaron a los pueblos y a la creación", señaló.
"La disuasión nuclear y la amenaza de destrucción mutua asegurada –advirtió–, no pueden ser la base de una ética de la fraternidad y la convivencia pacífica entre los pueblos y los Estados... El tiempo de contrarrestar la lógica del miedo con la ética de la responsabilidad es ahora, para promover un clima de confianza y diálogo sincero".
En ese sentido, dijo que "gastar en armas nucleares dilapida la riqueza de las naciones. Dar prioridad a este tipo de gastos es un error y un derroche de recursos que sería mucho mejor invertir en los sectores del desarrollo humano integral, la educación, la salud y la lucha contra la pobreza extrema. Cuando se despilfarran estos recursos, los pobres y los débiles que viven en los márgenes de la sociedad pagan el precio".