BUENOS AIRES,
El Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, Cardenal Mario Aurelio Poli, se reunió el sábado 29 de noviembre en el teatro del Seminario Metropolitano con los laicos de la Vicaría Devoto, con quienes mantuvo un diálogo mano a mano con la consigna: "Juntos por una Iglesia cercana, alegre y misionera".
El Purpurado ingresó a la sala mientras los casi 300 participantes de los cinco decanatos en los que está organizada la vicaría le cantaban el Feliz Cumpleaños, a quien cumplía años ese día por lo que fue homenajeado con una torta con velitas, que sopló emocionado.
El Cardenal Poli recordó su nacimiento en el Hospital Álvarez, su infancia feliz en el seno de una familia de trabajadores de clase media y a su educación primaria en la escuela pública y el secundario en el Instituto San Pedro.
También habló de su paso por la Facultad de Agronomía, para luego seguir la Licenciatura en Trabajo Social en la Universidad de Buenos Aires (UBA) e ingresar al Seminario Metropolitano tras su experiencia universitaria.
Frente a la reliquia de un hueso del pie del Beato Cura Brochero, el Primado argentino invitó a los laicos de la vicaría a ser Iglesia misionera, a salir, a caminar, en síntesis a asumir el compromiso de ser "una gran Iglesia misionera caminante".
Frente a las nuevas realidades del mundo, indicó su preferencia por "estar abiertos a todos, Iglesia que contiene a todos y no a unos pocos". Sobre el reciente Sínodo de la Familia, expresó que ve "un paso más que sigue la línea del Concilio Vaticano II". En este sentido, precisó que hoy la Iglesia ya no habla de adulterio ni de excomunión a los integrantes de parejas en segunda unión. Y al ser consultado puntualmente sobre los jóvenes, entusiasmó a mostrarles el modelo de vida cristiana.