ESTAMBUL,
El Papa Francisco ha vivido uno de sus encuentros más emotivos poco antes de concluir su viaje a Turquía antes de tomar el avión que lo lleva de regreso a Roma.
Ha sido a las 16 horas, durante la visita que ha realizado a un grupo de niños y jóvenes del Oratorio de la Comunidad Salesiana, refugiados de Turquía, de Siria, Irak y de varios países de Medio Oriente y de África, en los jardines de la Residencia Pontificia.
El Santo Padre les ha pedido que "no se desanimen" y aseguró que "con la ayuda de Dios, sigan esperando en un futuro mejor a pesar de las dificultades y los obstáculos".
Ante, la atenta mirada los niños afirmó estar esperando ese momento y expresó "mi participación en el sufrimiento" y su "consuelo".
"Esta es la triste consecuencia de conflictos exasperados y de la guerra, que siempre es un mal y nunca es la solución a los problemas, sino que más bien crea otros", dijo.