ESTAMBUL,
Luego de visitar la Mezquita Azul, el Papa Francisco acudió este sábado al Museo de Santa Sofía, la antigua basílica patriarcal ortodoxa que tras la conquista de Constantinopla por los musulmanes fue convertida en mezquita, y que actualmente es un museo.
El edificio se mantuvo como mezquita hasta 1931, fecha en que fue cerrado al público por el gobierno de Turquía, hasta su reapertura como museo en 1935. En este monumento convergen influencias artísticas cristianas e islámicas y fue visitado por sus antecesores el Beato Pablo VI, San Juan Pablo II y Benedicto XVI.
El Pontífice recibió todas estas explicaciones a su llegada a Santa Sofía y pudo admirar los diversos mosaicos que engalanan la basílica, como la imagen de la Virgen María con el Niño Jesús, la cual está flanqueada por dos escrituras en árabe dedicadas a Alá y a Mahoma, los cuales sirvieron de modelo para otras mezquinas otomanas.
La visita al interior duró unos 20 minutos y coincidió con la llamada a la oración del muacín o el imán a través de los altavoces situados en los minaretes de la Mezquita Azul.
Cuando todavía se escuchaba la llamada al rezo en árabe, el Papa Francisco escribió en El Libro de Oro, en griego, "Hagia Sophia tou theou" (Santa Sabiduría de Dios), y luego, en latín, "cuán adorables son tus santuarios Señor".