ANKARA,
Las autoridades de Turquía han extremado las medidas de seguridad durante la visita del Papa Francisco que se inició esta mañana con la finalidad de evitar algún atentado por parte del Estado Islámico, cuyo califato, impuesto al norte de Siria e Irak, tiene frontera con el país turco.
El Papa arribó la mañana del 28 de noviembre al aeropuerto de la ciudad de Ankara, la capital turca, en la que se han desplegado miles de policías y agentes de seguridad para contrarrestar alguna acción del Estado Islámico, que persigue y mata a cristianos o a todo aquel que se les oponga.
Las medidas son muy rígidas y los cuerpos policiales comprobarán la identidad de cualquier transeúnte que pase por la zona donde se desplazará el Pontífice. Además, podrán registrar coches y analizar objetos que lleven consigo.El permiso es sólo para la vía pública y no para domicilios.
Asimismo, se movilizarán vehículos antidisturbios y se utilizará tecnología sofisticada para controlar movimientos extraños.
El Pontífice estará en Turquía del 28 al 30 de noviembre para favorecer el encuentro, la paz y el diálogo entre diversas culturas, en un país mayoritariamente musulmán, y para reforzar el camino de la unidad de los cristianos ortodoxos y católicos.
Mayor información en el especial Papa Francisco en Turquía.