ROMA,
Un católico puede pasar frente a una iglesia y no darse cuenta, pues en Turquía sigue vigente una ley otomana que prohíbe que desde la calle se puedan ver iconos, símbolos o edificios religiosos.
Así lo reveló Andrés Calleja, un español que radica en Turquía desde hace cinco años y que es administrador de la Catedral Católica Latina y de las tres escuelas de la comunidad de Don Bosco en Estambul.
En declaraciones difundidas este jueves por Radio Vaticana, Calleja relató cómo es el día a día para una comunidad católica en un país de mayoría musulmana y asegura que los fieles que participan en la catedral en la Misa dominical son casi todos inmigrantes que vienen a Turquía a trabajar.
"Una catedral, que pasa totalmente desapercibida si se camina por la calle y se pasa por enfrente de ella. Para entrar se debe pasar por una puerta como si fuera el portal de una casa normal de la ciudad, atravesar un patio y finalmente se llega al templo", indicó según Radio Vaticana.
Andrés Calleja puntualiza que muchas de las iglesias en Estambul tienen esta estructura por una ley otomana, en la que estaba prohibido que se vieran desde la calle iconos, símbolos o edificios religiosos.
La Oficina Central de Estadística de la Iglesia informó en octubre pasado que en Turquía hay una pequeña comunidad católica de 53.000 personas que forman el 0,07 por ciento de los 76.140.000 de habitantes, de los cuales el 96 por ciento se declara musulmán. El resto de la población es cristiana ortodoxa, agnóstica o atea.