ESTRASBURGO,
Al regresar a Roma después de la visita al Parlamento Europeo y al Consejo de Europa en Estrasburgo, el Papa Francisco ha respondido, como es ya habitual, a algunas de las cuestiones que le han planteado los periodistas que han viajado con él en el vuelo.
Al ser interpelado sobre si existe posibilidad de algún tipo de diálogo con los terroristas del llamado Estado Islámico (ISIS) –que también han amenazado al Santo Padre– o si por el contrario es una causa perdida, el Papa afirmó que "nunca hay que dar nada por perdido, nunca". "Posiblemente no se puede tener un diálogo, pero no hay que cerrar nunca la puerta. Es difícil, se podría decir casi imposible, pero la puerta está siempre abierta, ¿no?", contestó el Papa.
Para el Papa "el terrorismo es una realidad y también una amenaza" y además, "la esclavitud es una realidad implantada en el tejido social de hoy. Desde hace mucho tiempo. La esclavitud laboral, la trata de personas, la venta de niños. Es un drama". Francisco pidió además: "no cerremos los ojos ante esto".
El Papa explicó que existe otro tipo de amenaza: "El terrorismo de estados". "Cuando las cosas se hacen cada vez más grandes y cada estado, por su parte, se siente en derecho de masacrar a los terroristas, hay muchas personas inocentes que caen. Y esta es una anarquía de alto nivel que es muy peligrosa", remarcó. "El terrorismo debe ser combatido. Y voy a repetir lo que dije en un viaje anterior. Cuando vos necesitás detener al agresor injusto, hay que hacerlo con el consenso internacional. Ninguna nación tiene el derecho de detener a un agresor injusto por sí sola".
El Papa Francisco se refirió a sus palabras expresadas el pasado 18 de agosto, durante la rueda de prensa que concedió a los periodistas que lo acompañaron en su vuelo de Corea del Sur a Roma. En aquella ocasión, el Papa Francisco se mostró a favor de intervenir con una acción militar consensuada por las Naciones Unidas contra el grupo terrorista del Estado Islámico, ya que "cuando hay un agresor injusto, debe ser detenido".
Otra de las preguntas que le efectuaron en esta ocasión al Pontífice se refirió a sí es posible que el Papa sea un 'socialdemócrata' -ante sus intervenciones en Estrasburgo- a lo que respondió entre risas que "yo diría que no", pero "no me atrevo a calificarme a mí mismo como de un lado o de otro". Lo que sí afirmó es que "me atrevo a decir que esto está lleno de Evangelio; es el mensaje que viene del Evangelio y que se basa en la doctrina social de la Iglesia".